En Punto y Trama creemos que cada producto puede tener una historia que transforme. No solo la de quien lo usa, sino también la de quien lo hace. Por eso, hoy queremos contarles una parte fundamental de nuestro proyecto: la alianza con Corporación Abriendo Puertas, una organización que trabaja hace más de 20 años dentro de las cárceles de mujeres, acompañando, formando y dando oportunidades reales de reinserción a través del trabajo y la dignidad.

Esta colaboración se hace concreta en el taller de costura de la cárcel femenina de San Joaquín,"Palalma" donde gran parte de nuestros productos —protectores de sillón, cojines, caminos de mesa— son confeccionados por mujeres privadas de libertad. Pero este no es solo un taller. Es un espacio de cuidado, de aprendizaje, de respeto. Ser parte de él es un premio para muchas de las internas: un reconocimiento a su esfuerzo, a su disciplina, a sus ganas de salir adelante.


Realidades que duelen, razones que mueven

Quienes nunca han entrado a una cárcel quizás no saben que muchas mujeres viven su condena sin acceso básico a higiene, sin papel higiénico, sin shampoo, sin productos mínimos. Muchas dependen de la solidaridad de sus familias —cuando la tienen— o de los aportes de voluntarios y organizaciones como Abriendo Puertas. En ese contexto, poder trabajar en el taller es un privilegio. Significa tener ingresos propios, sentirse útil, aprender un oficio y —sobre todo— ser tratadas con respeto y humanidad.


Voluntariado con sentido

Nada de esto sería posible sin el compromiso y el amor con que trabajan las voluntarias de la corporación. Pilar y Ana María, con una entrega generosa y constante, acompañan cada proceso dentro del taller con dedicación silenciosa pero fundamental. Su trabajo es una muestra concreta de lo que significa estar al servicio del otro, desde la empatía, la presencia y el respeto.


Un textil que protege por fuera… y transforma por dentro

Cada vez que eliges un producto de Punto y Trama, estás apoyando este círculo virtuoso. Estás llevando a tu casa un textil que protege tus espacios, sí. Pero también estás apoyando a mujeres que están haciendo un esfuerzo real por reconstruir su vida. Estás valorando el trabajo justo, el diseño consciente y el poder que tiene una oportunidad bien dada.

Gracias por ser parte de este tejido colectivo.
Puntada a puntada, seguimos abriendo puertas.