Las cortinas no solo regulan la luz y aportan privacidad, sino que también transforman los espacios, aportando calidez, estilo y personalidad. Elegir cortinas a medida te permite adaptar cada detalle a la estética y funcionalidad de tu hogar, asegurando un resultado que encaje perfectamente con tus necesidades.

1. Telas: Encuentra la textura y caída ideal

La elección de la tela es clave para definir el carácter de la cortina y el ambiente de la habitación. Entre las opciones más populares encontramos:

Lino y algodón: Naturales, livianos y atemporales, ideales para espacios que buscan una estética fresca y relajada.
Voile y gasa: Telas ligeras y traslúcidas que filtran la luz suavemente, perfectas para ambientes luminosos y acogedores.
Blackout y semi-blackout: Diseñadas para bloquear la luz, brindan mayor privacidad y confort térmico en dormitorios y salas de entretenimiento.
Terciopelo y jacquard: Opciones elegantes y sofisticadas, ideales para quienes buscan un efecto dramático y decorativo en su hogar.

2. Terminaciones: Detalles que marcan la diferencia

Las terminaciones añaden un acabado profesional y refinado a las cortinas, elevando su diseño y funcionalidad. Algunas de las más utilizadas son:

 

✔️ Dobladillo simple o doble: Ideal para un acabado discreto y prolijo.
✔️ Bastilla con peso: Mejora la caída de la tela, otorgando una apariencia más estructurada.
✔️ Tablas o pliegues franceses: Un toque clásico y elegante que añade volumen a la cortina.
✔️ Ojales metálicos: Modernos y funcionales, facilitan el deslizamiento en la barra.
✔️ Cintas fruncidas: Aportan textura y permiten ajustar la cantidad de fruncido para mayor o menor volumen.